Los especialistas de NYSI tienen años de experiencia en lesiones de tejidos blandos. Aunque hacemos hincapié en un enfoque conservador, también podemos ofrecer cirugía cuando sea necesario.*
Una lesión de tejidos blandos es cualquier cosa que se clasifique como daño a los músculos, ligamentos o tendones de todo el cuerpo. Lo más habitual es que una lesión de tejidos blandos se produzca como un esguince, una distensión o el uso excesivo de una parte específica del cuerpo.*
Estamos orgullosos de los tratamientos que ofrecemos a los pacientes en nuestras instalaciones de Nueva York. Siempre mantenemos a nuestro personal con los más altos estándares médicos posibles.*
Alexandre B. de Moura, M.D., FAAOS, director médico de NYSI, ha ayudado a nuestro equipo a adquirir los conocimientos y la experiencia necesarios para ayudar a tratar las lesiones comunes de los tejidos blandos.*
Para ayudar a nuestros pacientes de todo el mundo, nuestro personal puede hablar varios idiomas, como español, portugués, francés, italiano, alemán y ruso*.
Las lesiones de los tejidos blandos pueden clasificarse como lesiones agudas o lesiones por sobreuso.
El diagnóstico de una lesión de tejidos blandos comenzará con un examen físico en el que su médico o especialista en ortopedia evaluará si existe alguna lesión grave. Es imprescindible realizar una anamnesis y una exploración física exhaustivas para obtener un diagnóstico suficiente.*
El médico inspeccionará la zona en busca de sensibilidad, defectos graves en el hueso o el tendón, deformidad, hinchazón y otros indicadores de una lesión de los tejidos blandos. Incluso puede ser necesario utilizar pruebas de imagen como una radiografía, una resonancia magnética o una tomografía computarizada para profundizar en el diagnóstico.*
Los pacientes que sufren una lesión de los tejidos blandos, con o sin otras lesiones musculoesqueléticas, pueden beneficiarse de las medidas conservadoras que puede recomendar un especialista en el tratamiento del dolor o un fisioterapeuta. Es bueno practicar reposo, compresión con hielo, elevación e inmovilización.*
Si necesita una intervención quirúrgica, ésta puede realizarse con un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo llamado artroscopia. A menudo se puede utilizar para reparar los ligamentos o los meniscos de la rodilla.*