El Dr. Angel Macagno nació y se crió en Argentina, donde, como médico certificado por la junta, practicó la cirugía ortopédica durante 15 años antes de decidir cumplir su meta de toda la vida de ejercer la medicina en los Estados Unidos.
La mielopatía es una enfermedad que afecta a la columna vertebral de una persona y puede causar síntomas desagradables que disminuyen su calidad de vida en general. Si a usted o a un ser querido le han diagnosticado una mielopatía, es posible que esté buscando respuestas. Aquí aprenderá más sobre la mielopatía, incluidas las posibles opciones de tratamiento.
Explicación de la mielopatía
La mielopatía es una afección que se produce cuando la columna vertebral se comprime gravemente. Cuando la médula espinal está sometida a presión, no puede funcionar correctamente, lo que provoca dolor, entumecimiento o problemas para mover determinadas partes del cuerpo.
La columna vertebral rodea la médula espinal, un haz de nervios que transmiten mensajes entre el cerebro y el cuerpo. Normalmente, los huesos de la columna vertebral protegen la médula espinal, evitando que se comprima. Sin embargo, las lesiones graves de la columna vertebral, los tumores, la artritis, las hernias discales y las infecciones pueden crear tensión suficiente para afectar o dañar la médula espinal.
¿Cuáles son los tipos de mielopatía?
La zona de la lesión medular determina el tipo de mielopatía que padece un individuo. Hay tres tipos:
Mielopatía cervical: La mielopatía cervical surge cuando alguien tiene una compresión en el cuello, conocida como columna cervical.
Mielopatía torácica: La mielopatía que se desarrolla en la sección media de la columna vertebral se conoce como mielopatía torácica.
Mielopatía lumbar: La parte inferior de la espalda se denomina columna lumbar. Cuando la mielopatía afecta a esta región, se conoce como mielopatía lumbar.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la mielopatía?
Cuando la médula espinal está dañada o sometida a presión, una persona puede experimentar una pérdida de función o sensibilidad, así como dolor o molestias en la zona situada en el punto de la lesión o por debajo de él. Los síntomas exactos dependen del tipo de mielopatía que padezca la persona.
Incapacidad para controlar la vejiga o los intestinos
Disfunción sexual
¿Qué causa la mielopatía?
La mielopatía suele desarrollarse lentamente a medida que el cuerpo envejece, pero también puede producirse cuando alguien sufre una lesión repentina o contrae una infección. Otras causas de mielopatía son
Estenosis espinal: La estenosis espinal es una enfermedad degenerativa de la columna vertebral en la que el espacio dentro de la columna vertebral se vuelve demasiado pequeño y comprime la médula espinal.
Hernias discales: Una hernia discal se produce cuando uno de los discos vertebrales esponjosos que separan las vértebras se sale y sobresale en el canal raquídeo. Estos discos abultados pueden ejercer presión sobre la médula espinal y provocar una mielopatía.
Artritis reumatoide: La artritis reumatoide (AR) es un trastorno autoinmune que hace que el organismo ataque a sus propios tejidos. La AR puede afectar a la columna cervical, causando una inflamación que puede comprimir la médula espinal y provocar una mielopatía.
Tumores, quistes, hematomas y hernias espinales: Estas afecciones pueden ejercer presión sobre la médula espinal y provocar una mielopatía.
Radioterapia: La radiación puede tratar tumores cancerosos en el cuerpo. A veces, sin embargo, la radiación puede dañar los tejidos circundantes. Si se utiliza radioterapia para tratar un tumor medular, puede dañar la médula espinal y provocar una mielopatía.
¿Cómo se diagnostica la mielopatía?
Un médico realizará un examen exhaustivo y puede utilizar las siguientes pruebas para ayudar a determinar un diagnóstico de mielopatía:
Radiografías: Una radiografía puede ayudar a descartar otras afecciones.
RESONANCIA MAGNÉTICA: Una resonancia magnética proporciona una visión detallada de la columna vertebral.
Mielografía: Una mielografía es un examen que utiliza un medio de contraste e imágenes para revelar problemas en el canal espinal.
Electromiograma o potenciales evocados:Estas pruebas de la función nervi osa miden la actividad eléctrica en los nervios y los músculos.
¿Cómo se trata la mielopatía?
La mielopatía se trata en función de la causa subyacente. Si la causa es irreversible, el tratamiento se centra en ayudar a aliviar los síntomas y ralentizar la progresión del trastorno.
Opciones de tratamiento no quirúrgico
Los tratamientos conservadores de la mielopatía pueden ayudar a aliviar el dolor y las molestias. A veces, los tratamientos no quirúrgicos funcionan lo suficientemente bien como para que los pacientes puedan evitar la cirugía o, al menos, posponerla hasta que sea necesaria.
Los siguientes tipos de tratamientos conservadores son especialmente útiles cuando la causa de la mielopatía está relacionada con la inflamación:
Analgésicos: Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol y el ibuprofeno, pueden ayudar a tratar los efectos secundarios asociados a la mielopatía leve. El médico puede recetar analgésicos para los casos más graves.
Inyecciones de corticoides: La cortisona es un esteroide que puede inyectarse en la columna vertebral para reducir la inflamación.
Fisioterapia: Una mala postura puede provocar debilidad en los músculos de la espalda y el cuello. Cuando estos músculos se debilitan, la columna vertebral puede inclinarse más fácilmente y comprimir la médula espinal. La fisioterapia puede ayudar reacondicionando los músculos del cuello y la espalda. Un fisioterapeuta también puede demostrar cómo modificar las actividades y evitar ciertos movimientos que causan dolor y malestar.
Opciones de tratamiento quirúrgico
Los médicos pueden recomendar la cirugía en casos moderados o graves de mielopatía o si las opciones conservadoras no han sido útiles. La cirugía de la mielopatía pretende eliminar la presión sobre la médula espinal y crear más espacio en el canal medular.
Las cirugías para la mielopatía incluyen:
Discectomía cervical anterior y fusión: En esta cirugía se extrae todo el disco lesionado a través de la parte anterior del cuello. A continuación, las dos vértebras se conectan para mantener estable la columna vertebral.
Descompresión cervical posterior/microdiscectomía: Esta cirugía se realiza cuando sólo es necesario extirpar parte del disco afectado. La sección dañada del disco puede extraerse por la espalda si está demasiado cerca de la médula espinal.
Foraminotomía cervical posterior: Si una hernia discal o un espolón óseo estrechan la columna vertebral, es posible que un cirujano pueda atravesar la parte posterior del cuello para extraer parte del disco lesionado o romper el espolón óseo.
Descompresión espinal: Este procedimiento es útil en los casos en que la médula espinal está comprimida por inflamación o espolones óseos. El cirujano puede extirpar partes de la vértebra -o toda ella- para aliviar el problema.
Corpectomía cervical anterior: Esta cirugía extirpa el hueso de la parte anterior de una vértebra más los discos situados por encima y por debajo de ella. A continuación, los huesos se combinan en un segmento sólido.
Laminectomía cervical posterior: Este procedimiento extirpa una parte de la columna vertebral, denominada lámina, para dejar más espacio a la médula espinal.
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