La estimulación cerebral profunda implica la colocación de electrodos en el cerebro para tratar trastornos específicos del movimiento como: la enfermedad de parkinson, el temblor esencial y la distonía. Estos electrodos están conectados a un generador de impulsos implantado, similar a un marcapasos para el corazón. El generador de impulsos estimula una zona profunda del cerebro, modulando su función y alterando los síntomas del paciente. En la enfermedad de Parkinson, el objetivo de la estimulación es frecuentemente el núcleo subtalámico (STN) o el globo pálido interno (GPi). En pacientes con temblor esencial, el foco de estimulación es el núcleo intermedio ventral (VIN) del tálamo. Se ha demostrado que la estimulación de estos objetivos mejora el rendimiento motor. La estimulación del STN en pacientes con enfermedad de Parkinson permite una reducción de sus medicamentos antiparkinsonianos.