Aunque la columna vertebral es una parte resistente del cuerpo, sufre desgaste a lo largo de la vida de una persona. Por desgracia, esta tensión y presión pueden provocar diversas afecciones de la columna vertebral, como una hernia discal.
La columna vertebral es un complejo conjunto de huesos, cartílagos y nervios. Tres curvas naturales crean una forma de S, que ayuda a absorber los impactos y a protegerla de las lesiones. La columna vertebral también está formada por 33 vértebras, discos intervertebrales, articulaciones facetarias, nervios espinales y tejidos blandos, que permiten al cuerpo mantenerse erguido y moverse libremente.
Una hernia discal es un daño o una lesión en la columna vertebral. Entre cada vértebra hay unos cojines redondos llamados discos intervertebrales, que actúan como amortiguadores y evitan que las vértebras choquen entre sí al moverse. Una hernia discal se produce cuando uno de estos discos sufre un desgarro, un daño o una fuga. Por esta razón, otros nombres para una hernia discal incluyen disco abultado, disco protuberante, hernia discal, nervio pinzado o disco roto.
Estos términos indican un daño o una lesión en el disco vertebral que provoca dolor de espalda o cuello. Una hernia discal puede causar dos tipos de dolor: dolor relacionado con el disco o un nervio pinzado. El propio disco vertebral puede estar causando molestias o dolor si provoca inestabilidad en la columna vertebral, lo que se conoce como enfermedad degenerativa del disco.
El dolor discal degenerativo suele causar dolor constante de bajo nivel alrededor del disco con episodios ocasionales de dolor intenso. Una hernia discal en la parte baja de la espalda también puede causar dolor por un nervio pinzado. En los casos de pinzamiento de un nervio, el disco en sí no es doloroso, pero puede estar comprimiendo un nervio espinal cercano.
Un disco vertebral dañado puede dejar escapar líquido, lo que hace que los nervios cercanos se inflamen o se irriten, lo que provoca dolor radicular o dolor en la raíz del nervio. El dolor radicular suele provocar un dolor punzante y agudo que puede irradiarse por todo el cuerpo, incluso por las piernas y los brazos.
Aunque una hernia discal puede desarrollarse en cualquier disco de la columna vertebral, son más comunes en la parte baja de la espalda, ya que la parte baja de la columna vertebral a menudo experimenta más desgaste, rotura y tensión. El 95% de los pacientes con una hernia discal de entre 25 y 55 años experimentan complicaciones relacionadas con el disco de la columna lumbar.
Los síntomas de la hernia discal varían en función de la gravedad y de la ubicación del disco lesionado. También es posible tener una hernia discal sin dolor, ya que no todas las hernias discales provocan síntomas perceptibles. Algunos de los síntomas más comunes de las hernias discales son
Según las investigaciones, entre cinco y 20 personas por cada 1.000 adultos sufren una hernia discal, sobre todo en el grupo de edad de 30 a 50 años.
Hay dos causas principales de una hernia discal: la edad y los traumatismos. La edad es un factor importante en la hernia discal. Con la edad, los discos de la columna vertebral empiezan a perder gradualmente líquido, una condición conocida como enfermedad degenerativa del disco. El desgaste de los discos vertebrales provoca desgarros y grietas en la capa externa del disco, por donde puede filtrarse el líquido interior.
Los traumatismos son otra causa común de hernia discal. Cuando el disco intervertebral está dañado, desgarrado o sobrecargado, puede romperse a causa de un traumatismo de alto impacto, como una caída, una colisión o un accidente de coche. Por ejemplo, una hernia discal puede producirse tras una lesión deportiva. Los factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle una hernia discal incluyen:
Un especialista de la columna vertebral puede recomendar varias pruebas para diagnosticar correctamente una hernia discal. Dos de las pruebas más comunes para el diagnóstico de la hernia discal son:
Una vez que haya confirmado que sus síntomas se deben a una hernia discal, tiene un par de opciones: buscar tratamiento o esperar a que se cure sola. Una hernia discal puede mejorar por sí sola, aunque puede llevar algún tiempo.
Para que tenga tiempo de curarse, deberá seguir estas instrucciones:
Elegir el tratamiento con un médico especialista en hernias discales puede permitir una recuperación más rápida y controlada. Después de que nuestros médicos del New York Spine Institute (NYSI) diagnostiquen una hernia discal, discutirán con usted las posibles opciones de tratamiento para mejorar los síntomas de su hernia discal, minimizando el riesgo de que la hernia discal empeore o cause síntomas graves en el futuro.
Algunos de nuestros tratamientos más comunes y eficaces para la hernia discal incluyen:
El New York Spine Institute (NYSI ) es una fuente de confianza para obtener diagnósticos precisos y oportunos de diversas afecciones de la columna vertebral. Nuestro equipo de expertos entiende que las afecciones ortopédicas y de la columna vertebral pueden afectar negativamente a la vida diaria, y se esfuerzan por ayudar a cada paciente a recuperar la movilidad y volver a llevar una vida sin dolor.
Nuestros médicos se enorgullecen de ofrecer servicios innovadores para la columna vertebral, como la neurocirugía, el tratamiento del dolor y el diagnóstico. También ofrecemos tratamientos de escoliosis, atención ortopédica y mucho más.
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