Cualquier persona puede sufrir una conmoción cerebral, aunque se considera que los deportistas y las personas activas corren un mayor riesgo debido a su estilo de vida. Un golpe en la cabeza es preocupante, aunque en ese momento parezca insignificante. El cerebro es un órgano sensible: incluso el más leve impacto puede tener consecuencias adversas.
Reconocer los signos y síntomas de que puede estar sufriendo una conmoción cerebral es esencial, al igual que buscar asistencia médica inmediata. Hablaremos de qué es una conmoción cerebral, por qué se considera una lesión cerebral traumática, cómo se diagnostica y cuánto duran los síntomas de una conmoción cerebral.
Una conmoción cerebral es una lesión cerebral moderada que altera temporalmente el funcionamiento habitual del cerebro. Se debe principalmente a que el cerebro toca el cráneo cuando una persona recibe un golpe en la cabeza. Las conmociones cerebrales pueden producirse cuando un individuo:
Tras el impacto, el cerebro se sacude en todas direcciones, y el movimiento repentino daña las células cerebrales a nivel microscópico. El cambio suele provocar un desequilibrio químico que afecta al individuo de numerosas maneras. Pueden o no perder el conocimiento inmediatamente después del impacto inicial. También experimentarán síntomas físicos, conductuales, sensoriales y mentales, muchos de los cuales pueden ser identificados por quienes les rodean.
La duración de una conmoción cerebral varía de una persona a otra y depende de si es leve, moderada o grave. Suele resolverse a los dos días del impacto, pero puede durar dos semanas o más.
Las conmociones cerebrales se consideran lesiones cerebrales traumáticas (LCT) y varían de leves a graves, dependiendo de la fuerza del golpe. Aproximadamente 190 estadounidenses murieron diariamente en 2021 por complicaciones relacionadas con una LCT , lo que revela la gravedad de sufrir una lesión cerebral: los síntomas se presentan de forma diferente y pueden tener efectos más duraderos de lo previsto.
Las lesiones cerebrales traumáticas son una de las principales causas de discapacidad y muerte en Estados Unidos, con ciertos grupos predispuestos a un mayor riesgo en función de diversos factores. Los adultos de 65 años o más, por ejemplo, corren un mayor riesgo de caerse y, por tanto, tal vez tengan más probabilidades de sufrir una LCT. Las caídas causaron más de 36.000 muertes en este grupo de edad en 2020, lo que las convierte en la principal causa de muerte entre las personas mayores de 65 años.
Los golpes repetidos en la cabeza en los deportes de contacto también aumentan las probabilidades de lesiones cerebrales permanentes o de muerte. Los deportistas que practican deportes como el fútbol o el automovilismo deben tomar precauciones utilizando cascos protectores y garantizando un tiempo de recuperación suficiente entre lesiones. Si una persona sufre varias lesiones, se recomienda encarecidamente que se plantee dejar de practicar estos deportes para evitar más riesgos.
Después de un incidente, busque ayuda de cualquier persona cercana como primer recurso. Inspeccione la cabeza y el cuello en busca de signos evidentes de fracturas o hemorragias y, si los síntomas son graves, póngase en contacto con el médico más cercano o con un facultativo para obtener un diagnóstico médico. Si sospecha que se ha lesionado el cuello, no se mueva hasta que llegue la ayuda médica. Las lesiones cervicales son frecuentes en las lesiones cerebrales y deben tratarse con extrema precaución.
El médico puede realizar un TAC para determinar el alcance de los daños y si se ha producido una hemorragia o inflamación cerebral. En la mayoría de los casos, un examen físico es suficiente para el diagnóstico.
Se aconseja reposo como tratamiento principal, lo que incluye reposo físico y mental. Por ejemplo, los pacientes deben evitar actividades que sobrecarguen mentalmente el cerebro, como jugar a videojuegos, ver la televisión y utilizar el teléfono móvil. Dado que los dolores de cabeza son frecuentes en las conmociones cerebrales, su médico le aconsejará medicamentos seguros. En general, conviene evitar los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno y la aspirina, ya que pueden aumentar el riesgo de hemorragia.
Los síntomas de una conmoción cerebral no son sólo físicos. También hay síntomas cognitivos, conductuales, sensoriales y emocionales asociados a las conmociones cerebrales. Algunos síntomas aparecen inmediatamente, mientras que otros se desarrollan con el tiempo, por lo que su médico le vigilará estrechamente.
Los síntomas físicos son los más comunes y suelen incluir
Dado que el cerebro sufre un impacto directo, pueden aparecer los siguientes síntomas cognitivos:
Las conmociones cerebrales pueden ir acompañadas de cambios en el comportamiento. Pueden ser leves o extremas, dependiendo de la gravedad, y pueden incluir:
Las conmociones cerebrales afectan a la forma en que una persona percibe el mundo que le rodea e interactúa con él. Puede ser sensible o tener un mayor sentido del olfato, el tacto, el oído o la vista. Otros síntomas sensoriales son:
Los siguientes síntomas influyen en el estado emocional:
Los síntomas tardíos aparecen después de la lesión, a veces horas o días después. Los síntomas también pueden aparecer inmediatamente y empeorar gradualmente, como dolores de cabeza, confusión, desorientación, náuseas y convulsiones. Si esto ocurre, acuda inmediatamente al médico, ya que puede indicar una conmoción cerebral grave. Ignorar los síntomas retardados puede tener consecuencias nefastas.
La observación es clave después de cualquier lesión cerebral. Los dos primeros días son cruciales para vigilar los síntomas y actuar en consecuencia.
Normalmente, los síntomas de una conmoción cerebral duran desde unas horas hasta un par de días, o a veces hasta dos semanas. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas pueden persistir durante varios meses. En estas situaciones, la lesión inicial puede haberse pasado por alto porque se produjo antes de ser detectada. Los síntomas persistentes suelen incluir dolores de cabeza, fatiga, mareos, dificultad para concentrarse y cambios en el apetito y los patrones de sueño.
Un médico puede diagnosticarlo como síndrome postconmocional (SPC). Pueden realizar pruebas que vayan más allá de las observaciones y exploraciones físicas rutinarias, como evaluaciones cognitivas y neuroimágenes.
Se considera que los adultos mayores, las personas con antecedentes de traumatismos craneoencefálicos y las personas con trastornos psicológicos específicos son más susceptibles de padecer PCS. Estas personas deben recibir cuidados y atención adicionales tras un traumatismo craneoencefálico. La mejor protección contra nuevos traumatismos cerebrales es evitar actividades que les expongan al riesgo de traumatismos craneales recurrentes.
Los accidentes no siempre pueden evitarse. Tomar precauciones contra las lesiones ayuda a reducir las posibilidades de sufrir daños graves. A continuación se enumeran algunos consejos para prevenir las conmociones cerebrales:
Ya sea leve o moderada, una conmoción cerebral debe tomarse en serio. A menudo no conocemos el alcance de una lesión cerebral hasta que los síntomas causan problemas mayores, por lo que es mejor consultar a un médico experto lo antes posible. Nuestro equipo trata diversas afecciones con equipos de diagnóstico de última generación, y nuestros completos servicios de diagnóstico por imagen proporcionan diagnósticos detallados para un plan de tratamiento rápido.
Si usted o alguien que conoce necesita atención médica debido a un traumatismo craneoencefálico, llámenos al 888-444-NYSI o rellene un formulario de cita para nuevos pacientes y le llamaremos para confirmar la cita.